sábado, 28 de febrero de 2009

Palabras de Martín "Batata" Zapata en el encuentro

Queridos compañeritos

Hace veinticinco años nos despedíamos entre risas, melancolía y un futuro grande y prometedor, sintiéndonos que éramos grandes, “¡¡¡Habíamos terminado la primaria!!!”, pero, sin tener reparo que ese día comenzábamos a transitar los últimos momentos de la etapa más fresca y sana de la vida: “La infancia”.
Hace veinticinco años doblábamos en algún cajón, nuestros caminados guardapolvos blancos, sus bolsillos de papelitos, sus ruedos descosidos, algún botón salido; guardapolvos plagados de imágenes, llenos de recreos, bibliotecas y aulas, de tantos 25 de Mayo y 9 de Julio, guardapolvos que nos acompañaron preocupados, cómplices, por cierta nota a nuestros padres o “la libreta” o tal vez alguna visita a la dirección. Guardapolvos que nos lucían orgullosos el hecho de ser escolares.
Hace veinticinco años nos formábamos por última vez en este patio entre sus Ceibos, sus canteros, entre sus galerías de días de lluvia, e izábamos esa bandera, testigo de tantas mañanas entonando “Aurora”, de tantas sonrisas y juegos endulzadas de Manon y chupetines, de amistades, de ese primer amor, de caritas de sueño, de caras transpiradas de tanto correr bajo el sol, de rostros apenas perceptibles por el frío.
La vida siguió su curso; estudios, noviazgos, trabajos, matrimonio, hijos, ““vejez””. Algunos quedamos en Santa Fe, otros emigraron hacia lugares que jamás hubiésemos imaginado en nuestras charlas.
Para muchos la escuela Belgrano quedó simplemente en el recuerdo de la infancia o de verse reflejado en sus hijos al observarlos bajo esos blancos delantales, para otros la escuela significó simplemente la fachada, el pasar siempre apurados aplastados bajo la rueda abominable de la ciudad, y para determinados, creo pocos, entre los que me incluyo orgulloso, la escuela fue educadora de nuestros hijos.Hoy por esa cosa díscola que atesoran el tiempo y la memoria nos volvemos a ver las caras. Y los observo, y no dejo de emocionarme, pues en estos días previos a esta reunión puse en marcha ese lindo mecanismo que es el de recordar, busqué fotos, traté de contactar gente, agregué nuevos contactos en mi mail (a sí, por cierto la dirección de mi correo alguien mencionó algo, y sí le doy la razón, la verdad es poco serio) retomando la idea, veo sus rostros y puedo ver esa sonrisa en cada uno, sí esa sonrisa, nuestros apodos, peinados, las salidas y gestos, recuerdos de cumpleaños, y mi sonrisa se me desborda por dentro, pues siento el alma inmutable de “mi niño” que sigue jugando con ustedes, que sigue exultando vida y alegría y que me invita una vez más a seguir la huella despreocupada de nuestra infancia.
Y para terminar queridos amigos, pues no quiero extenderme mucho ya que tendría horas y horas para seguir hablando y hundiéndome en anécdotas y recuerdos, pero que prefiero compartir en charlas o encuentros posteriores (como otro de los aquí presente que fue el primero en invitar a ultimar detalles de la organización de este encuentro bajo los efectos etílicos de alguna cervecita en algún bar), les decía para terminar, me siento agradecido, agradecido a la vida por haber hecho que un día ingresara por esa puerta, agradecido a la escuela por haber ayudado a mis viejos en mi formación integral como persona; pero por sobre todo agradecido a esta, mi escuelita “Nº2 Belgrano” por el hecho de haberme dado la oportunidad de conocerlos, de por siete años compartir cada día de la semana con ustedes, de compartir innumerables momentos de esa impresionante y descomunal etapa de la vida que es la infancia e ir comprendiendo y asimilando lentamente que hay algo que un ser humano no debe olvidar jamás y es la amistad.
Gracias “Batata”

Nunca olvides al niño que corre y juega dentro de ti enardecido por la noble tarea de hacerte sentir que la alegría siempre brota de los hechos más pequeñitos, haciendo eco de los recuerdos de nuestra infancia.

25 años después

.Ale Azvalinsky, Ale Aznar, Jose Ignacio Candioti, Gabriela Zogbi, Lucián Taverna, Martín Zapata, Ariadna Vera Candioti, Patricio Pascual, Gustavo Doldán, Alejandro Corti.
Abajo: Daniel Latini, Fede Fernández, Gabriela Rivera, Mirta Domingorena, María Eugenia Vera Candioti.


Martín "Batata" Zapata




Ale Aznar, Gustavo Doldán, Lucián Taverna, Gabriela Zogbi, Jos,é Ignacio Candioti, Ale Azvalinsky, Gabriela Rivera.






Ulises Bianchi, Martin Dragotta, Josefina guerin, María Eugenia Vera Candioti ,Mariela Brochero, Claudia Chamudis ( y su pareja), Maria Burgos y Mateo Busaniche.


Ariadna Vera Candioti, Gabriela Zogbi, Ale Azvalinsky y Gustavo Doldán.


Lucián Taverna, Alejandro "Teta" Corti, Patricio "Pato" Pascual
Fede Fernández, María Eugenia Vera Candioti, Gabriela Rivera, Mirta Domingorena.
Gustavo Doldán, Ale Azvalinsky, Martín Zapata

Alejandro Corti, Patricio Pascual

Lucián Taverna, más allá José Ignacio Candioti y su mujer, Gabriela Zogbi. Partido al medio Alejandro Corti

Mirta Domingorena, Gabriela Zogbi, José Ignacio Candioti y su mujer.


Daniel "el diablo" Latini al centro, a la izquierda su mujer, a la derecha Fede Fernández.


Gabriela Rivera, Mirta Domingorena, Gabriela Zogbi.


Cristian Di Martini y Mateo Busaniche



Cristian Di Martini